domingo, 23 de marzo de 2014

Femme fatale

Era un diablo, un diablo con ojos de ángel, con disfraz de ángel.
Lo sabía. Y me dejé liar.
¿Pero quién no se iba a dejar liar en esas caderas?

El choque con su pelvis era música, sin distinguir el sudor de cada uno, mirándola como si fuera la primera vez que la veía cada noche, como si fuera la última noche que fuésemos a pasar en la misma cama.

Con esos ojos parecía que el que estaba desnudo era yo.
Hoy saco restos de su piel de debajo de mis uñas, hoy sigo rezando por mi alma.
Cuando el mundo se me reducía a una habitación, cuando no me importaba pasar horas viéndolo todo oscuro.
Dijo que me mordería el corazón, cumplió.

Y se lo llevó de un mordisco.

En aquél momento no me di cuenta.
Pero cuando se fue, mi pecho tenía eco. Y gritaba lo mismo una y otra vez.
Su nombre.


1 comentario:

  1. Hola.. Creo que nunca te he comentado pero siempre leo tus publicaciones.
    Me gustaría conocerte porque de una forma u otra despiertas algún tipo de interés y sentimiento en mi.
    Mi facebook es marina novembre ..(:

    ResponderEliminar