viernes, 6 de septiembre de 2013

Mi dolor favorito

Aprendí que llorar de noche solo sirve para despertar a mi familia. Aprendí que el tiempo no cura una mierda.
Me veo en fotos antiguas y joder...
Mira esta cara.

Los folios en blanco no son redención, son una penitencia.
Como despertar sin ti, sin tu culo a la izquierda de mi cama. Y pasan los días pero siempre es lunes.
El tiempo pasa pero todavía dueles.
Es un dolor diferente, como el de la aguja que te marca la piel de por vida, es un dolor que no quieres perder cuando lo entiendes, que quieres volver a sentir.

Sigo vivo gracias a ese dolor, a la deuda que tengo con tus ojos.

Ayer fue lunes, hoy es lunes, mañana seguramente también lo sea.
Me sigo quemando el labio al fumar, sigo manteniendo todas las costumbres que querías que perdiera.
Te perdí a ti, me perdí a mi.

No sé ni a quien le escribo a estas alturas pero sigo escribiendo, escribiendo como si ella me leyera.
Si algún día marco tu número borracho diré otro nombre, cualquiera. Solo por disimular que no quería escuchar tu voz, no me lo tengas en cuenta.

Y sé que no merezco ni tu amor, ni tu odio tan siquiera.
Ni tu risa ni tu tiempo.

Pero eres muy feliz para mi, tú no mereces a este mártir.



No hay comentarios:

Publicar un comentario