Empecé a pensar que nunca volvería.
He vuelto a la cara larga, he vuelto a las ojeras con nombre y apellido, a no querer mirar a la cara solo por no escuchar la pregunta.
Un día te levantas pensando que el mundo es tuyo y al día siguiente la boca te sabe a mierda, a estas alturas solo me quedan fotos que no tengo huevos de mirar, un vacío en el pecho tres tallas más grande y unos nervios que no le deseo ni a mi peor enemigo.
He vuelto a encerrarme en mí, he vuelto al auto-engaño.
"Mañana pasará, mañana ya dolerá menos."
Otra mentira, tengo ganas de querer en la garganta y estoy escupiendo sangre, solo me quedan fuerzas para bajar los brazos.
Tenía motivos y mil historias, lo prometo, después de años empecé a ver el final.
Sentí.
Y lo siento.
No sé ni en qué día vivo, solo se que cada día vivo menos.
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