lunes, 14 de enero de 2013

Entre ella y una bala

¿Sabes de esa chica que siempre va a ser tu talón de Aquíles?
¿Sabes esa chica por la que te jugarías la vida si hiciera falta?
Esa que con un solo gesto te vuelca el pecho, esa con la que te gustaría soñar y despertar cada día en la misma cama, desayunar y tomar el postre entre sus piernas, esa.

Esa a la que le regalarías los oídos y el mundo si fuera necesario, esa
La que tiene las curvas en la que matarías por perder tus frenos, la que tiene los ojos que quieres para tus hijos, la que tiene la sonrisa por la que tú perderías cada uno de tus dientes, la que tiene ese lunar, ay ese lunar.

La misma a la que te llevarías contigo hasta para ir a por tabaco, esa.
Con la que compartirías hasta la droga, esa.
La que convierte en París tu Chernobyl particular.
La que tiene esos gemidos que quieres como banda sonora para el resto de tus noches, esa de la que te gustan hasta los enfados y los reproches, de la que te gusta hasta su gesto frunciendo el ceño.
Pierdes la polla por su coño. Lo sabes, yo lo sé y el problema es que ella también lo sabe.
Ella.

¿Sabes de quién te hablo, verdad?



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